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¿Cuál es el envoltorio más adecuado para el café?

Escrito por Packstyle | Jan 14, 2022 1:00:00 PM

El café es un producto magnífico: tanto los productores pequeños como los grandes convierten el grano en fragancias, aromas e intensidades sorprendentes, de variedad infinita, que acompañan agradablemente los días de los consumidores. Pero para quien se encarga del empaquetado, el café es algo más: es todo un reto.

Conservar el café y preservar sus aromas el mayor tiempo posible no es tarea fácil. El oxígeno, la luz y la humedad menoscaban el cuerpo, la intensidad y los aromas, es decir, las propiedades organolépticas, tan valiosas como delicadas, que el café adquiere gracias al tueste. Por su parte, los granos que se hayan tostado hace poco seguirán emitiendo dióxido de carbono, un gas que debe poder salir del envase. Un buen envase para el café debe tener en cuenta todas estas variables, protegerlo de golpes y roturas y, al mismo tiempo, comunicar al consumidor el valor del producto. En resumen, ¡estas tareas no son cualquier cosa!

 

La luz, el aire y la humedad estropean el aroma del café. 

El tueste proporciona al café los aromas y el cuerpo. El café, que naturalmente es de color verde, durante el tueste cambia tanto en su composición química como en su estado físico: por ejemplo, el azúcar se carameliza y los ácidos se descomponen. El tueste hace que cada café sea único, al brindar al producto sus valiosas propiedades organolépticas.

La función de un buen envase es proteger estas propiedades y conservarlas el mayor tiempo posible, creando un efecto barrera frente a los agentes externos más dañinos. O sea: 

  • Oxígeno: el oxígeno daña el sabor del café y hace que pierda su aroma. El café en grano, por ejemplo, si se conserva al aire, empieza a perder su aroma transcurridos diez días, de forma que su intensidad disminuye en un 60 % en cuatro o cinco semanas. 
  • Humedad: la absorción de la humedad del ambiente perjudica a las propiedades aromáticas del café y favorece la proliferación del moho, lo que disminuye la conservación.
  • Luz: la luz deteriora los aceites superficiales del café y puede causar reacciones indeseadas. 

¿Cómo funcionan los distintos tipos de envases de café? Veamos juntos los tres tipos de envoltorios más utilizados para envasar el café con todos sus pros y sus contras.

 

La lata 

Los botes y latas, de aluminio o material compuesto, se utilizan para envasar y conservar el café en diversas situaciones: tanto para el café en grano como molido y con distintos tamaños para la restauración y el uso doméstico. 

Las latas a menudo son de envasado al vacío o se llenan con gas inerte y son herméticas para evitar en la medida de lo posible que entre más oxígeno una vez abiertas. 

Como ya se ha mencionado, se pueden usar diversos materiales: hay latas totalmente metálicas, mientras que otras añaden cartón al aluminio para garantizar el efecto barrera contra la humedad y el oxígeno y tienen tapón de plástico. 

Este envase es bastante práctico para el uso doméstico, pero incómodo, pesado y caro de transportar. Para su realización, este envase también requiere mucho material y energía, por lo que resulta menos sostenible. 

 

El paquete de envasado al vacío

Cuando se trata de café molido y de grandes productores, uno de los envases de café más utilizados es, sin duda, el paquete de envasado al vacío. En este caso también se pueden usar materiales diversos: una de las combinaciones más comunes incluye una capa de aluminio junto con los materiales plásticos, como el PET y el PE. 

El paquete de envasado al vacío es muy práctico, resistente y sólido para el transporte. Antes de su apertura, logra mantener el producto prácticamente intacto hasta tres años, de forma que proporciona una barrera significativa contra la luz, el aire y la humedad. Sin embargo, estas propiedades merman al abrirse el paquete, cuando el café entra inevitablemente en contacto con agentes externos y, sobre todo, con el oxígeno. Por ello, el consumidor debe transferir el producto a otro recipiente, generalmente a una lata o a una bolsa flexible. 

Si se usa para el café en grano, el empaquetado debe realizarse cuando se haya completado el proceso de desgasificación del café. 

La bolsa flexible

Las bolsas de material flexible se encuentran entre los envases de café más utilizados por los productores pequeños y medianos y, a menudo, los consumidores las asocian con cafés prémium, artesanales o de alta calidad

Entre las bolsas más utilizadas se encuentran las denominadas stand-up pouch o doypack, bolsas que se mantienen en pie por sí mismas y que ofrecen más capacidad al disponer de base. Habitualmente son de aluminio, que puede ir solo o acompañado de papel para mantener el efecto barrera y proporcionar una buena base para la impresión externa. Otras opciones más sostenibles son la película reciclable, que brinda igualmente una excelente protección contra el oxígeno, y el papel reciclable, que también ofrece una barrera EVOH contra agentes externos. 

Este tipo de envase para el café tiende a ser menos costoso que la lata. También es más sostenible, ya que se utilizan menos recursos para producir envases flexibles y permite un transporte más eficiente gracias a su ligereza (por qué los envases flexibles son sostenibles lo hemos explicado aquí).

Ciertos accesorios son particularmente útiles para la conservación del café, como la cremallera hermética, que permite abrir y cerrar las bolsas después de su uso, de forma que ayuda a proteger y mantener las propiedades del café, y sobre todo la válvula de desgasificación. De hecho, el café en grano sigue emitiendo gas en el interior del paquete. Para evitar que este gas reviente la bolsa se precisa esta válvula de desgasificación, que hace que salga el dióxido de carbono sin dejar que entre el oxígeno, por lo que conserva el aroma y la frescura del café.

 

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