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Con Packstyle ayudamos a reducir el desperdicio de alimentos

Escrito por Packstyle | Feb 4, 2022 4:00:00 AM

El 5 de febrero se celebra el noveno Día Nacional de la Prevención del Desperdicio de Alimentos, lanzado en 2014 por el agroeconomista Andrea Segrè, coordinador del Plan Nacional de Prevención del Desperdicio de Alimentos (PINPAS) del Ministerio de Medioambiente.

 

Qué es el desperdicio de alimentos y cuáles son sus consecuencias

El desperdicio de alimentos es la pérdida de comida que aún es comestible a lo largo de toda la cadena de producción y consumo.

En líneas generales, el desperdicio de alimentos afecta a alrededor de un tercio de toda la comida que se produce para consumo humano. En los países ricos, gran parte del desperdicio es atribuible a los consumidores, mientras que el resto se pierde durante el proceso de producción, procesamiento, venta y almacenamiento de los alimentos. En los países en vías de desarrollo, por el contrario, el desperdicio doméstico de alimentos es casi nulo, mientras que se registran cifras más elevadas en las fases intermedias de producción o por problemas de conservación.

Además del problema ético, a menudo percibido de manera distante desde el mundo occidental, el desperdicio de alimentos tiene un fuerte impacto en la biodiversidad y el clima: se estima que los desechos de alimentos causan unas emisiones de CO2 equivalentes a 3300 millones de toneladas. A su vez, los cambios climáticos relacionados con las emisiones de CO2 inciden en el problema del desperdicio de alimentos, puesto que reducen la productividad agrícola y, en consecuencia, la disponibilidad mundial de alimentos. Un auténtico círculo vicioso: se desperdicia comida que produce gases de efecto invernadero, lo que compromete la productividad alimentaria, que a su vez disminuye la producción de alimentos.

 

En Italia

Según el último Food Sustainability Index, el índice elaborado por la Fundación Barilla en colaboración con The Economist Intelligence Unit, el desperdicio anual per cápita en Italia ronda los 65 kg, superior a la media europea (58 kg). En términos económicos, si se tiene en cuenta toda la cadena de producción y suministro, el despilfarro asciende a 10 000 millones de euros, lo que para cada familia supone 260 euros al año, equivalentes al 8 % del gasto medio dedicado a la alimentación. En el cubo de la basura terminan principalmente los productos frescos, como un 35 % de los lácteos, un 19 % del pan y un 16 % de las frutas y verduras.

No obstante, en 2020 se ha producido un cambio de tendencia, debido especialmente a la modificación en el estilo de vida a raíz de las restricciones impuestas por la emergencia sanitaria y el denominado trabajo inteligente, pero también a causa de una nueva relación con la comida y la cocina: por primera vez, los datos monitorizados en los hogares de los italianos registran una caída en los desperdicios de alrededor del 25 %. Comida y salud conforman un nuevo binomio para los italianos: 7 de cada 10 italianos (el 66 %) creen que existe una conexión inequívoca entre el desperdicio de alimentos, el medioambiente y la salud humana.

 

Buenas prácticas

Evitar tirar lo que no se vende y ofrecerlo a precios más baratos es una de las buenas prácticas más conocidas y extendidas en el mundo occidental gracias a la ayuda de la tecnología, como es el caso de la aplicación Too Good To Go. Surgida en Dinamarca en 2015 con el compromiso de sensibilizar a la sociedad acerca de los problemas inherentes al desperdicio de alimentos, la aplicación está activa en Italia desde marzo de 2019. El servicio permite que comerciantes y restauradores pongan a la venta, al final del día y a un precio reducido, los alimentos que no se hayan vendido, para que los consumidores los adquieran a un tercio del precio de venta original. De hecho, el usuario puede encargar todas las noches su «Magic Box» con una selección sorpresa de productos frescos y platos que, de otro modo, no se podrían volver a poner a la venta al día siguiente.

 

Otra buena práctica es elegir productos «con imperfecciones», es decir, frutas y verduras descartadas por los canales de distribución tradicionales por no ajustarse a las dimensiones estándar o por tener una apariencia defectuosa. Es el caso de Babaco Market, una suscripción para recibir frutas y verduras con imperfecciones con un ahorro de hasta el 30 % respecto a la venta tradicional en tiendas.

 

Una formación integral es igualmente fundamental para sensibilizar a los consumidores de todas las edades sobre el problema del desperdicio de alimentos. 

Last Minute Market es una empresa filial acreditada por la Universidad de Bolonia, fundada en 1998 para una investigación coordinada por el mencionado Prof. Andrea Segrè. Desde 2019 es una empresa de carácter social que se ocupa de la investigación y el análisis de los distintos datos para conocer las causas del despilfarro, cuánto se desperdicia y cuáles son las repercusiones económicas y medioambientales. Tiene además una finalidad formativa de amplio espectro: interviene con proyectos educativos en escuelas y empresas, con congresos y seminarios u organizando cenas y almuerzos con productos reales recuperados.

 

Cómo contribuye el embalaje flexible Packstyle a la reducción del desperdicio de alimentos

El envase Packstyle, certificado para el contacto con los alimentos, gracias a la impresión digital permite personalizar por completo los envases, no solo en cuanto al tamaño o el tipo de bolsa, sino sobre todo desde el punto de vista gráfico, al permitir que el fabricante incorpore toda la información necesaria para la venta del producto.

De hecho, por trivial que pueda parecer, prestar más atención a la información de los envases ayuda a prevenir y reducir el desperdicio de alimentos.

«Entre los retos que nos impuso 2020 estaba el de reducir las salidas y hacer compras con menor frecuencia. No es de extrañar que los consumidores estén cada vez más atentos a la información de los envases, comenzando por la información sobre los plazos de conservación», explicó el presidente de CONAI, Luca Ruini.

Además, el servicio multigráfico Packstyle facilita el trabajo a los productores, porque permite gestionar, dentro de un mismo pedido, bolsas del mismo tamaño y formato, pero con diferentes gráficos e indicaciones informativas. Este servicio permite disponer en todo momento de envases con información «ad hoc» para cada producto. 

El papel fundamental de los envases en la lucha contra el desperdicio de alimentos se desarrolla gracias a la información que estos indican: el método de conservación es un dato obligatorio, sin embargo, existen especificaciones para que esta información no quede en segundo plano, como gráficos claramente visibles y colocados adecuadamente en las bolsas. En este sentido, recomendamos leer el artículo de nuestro blog Errores comunes a evitar en el diseño de un «packaging» (packstyle.com).

Otras tendencias antidesperdicio relacionadas con los envases de alimentos sacan provecho del envasado inteligente: soluciones tecnológicas que mejoran la gestión de la cadena de suministros, la calidad del producto y la experiencia del consumidor. Por ejemplo, el envase activo permite controlar el estado de los alimentos o bebidas envasados, con el objetivo de alargar su vida útil en los estantes, mientras que el envase inteligente proporciona al consumidor información sobre el estado de conservación o la calidad de un alimento. Sobre este tema puedes encontrar más información en nuestro blog ¿La nueva frontera del «packaging»? Es «smart» (packstyle.com)

No solo los productores de alimentos y sus envases, también los consumidores parecen estar cada vez más atentos a esta cuestión. El mencionado informe del año pasado del Waste Watcher International Observatory on Food and Sustainability destaca que hasta un 70 % de los encuestados se declaran dispuestos a pagar más por un envase que permita conservar el producto durante más tiempo, lo que pone de relieve que el envase no se percibe como una simple capa que hay que eliminar después de la compra, sino que desempeña un importante papel como herramienta para reducir el despilfarro.

Los materiales de las bolsas Packstyle cuentan con una barrera EVOH que impide que los agentes externos, como la humedad y el oxígeno, penetren en su interior y deterioren el producto. Además, se trata de bolsas resistentes que no necesitan, una vez abiertas, trasladar el contenido a otro recipiente. Gracias al cierre hermético con cremallera, los alimentos del interior se pueden consumir en distintos momentos, manteniéndose intactos.

Las bolsas Packstyle también son aptas para la conservación al vacío y en atmósfera protegida, que gracias a la eliminación de los gases atmosféricos del envase, permite sustituirlos por una mezcla de gases predeterminada, diseñada para prolongar la estabilidad de los productos alimentarios y, en consecuencia, su vida útil en el estante.

Esto es algo en lo que creemos firmemente en Packstyle, por lo que nuestros envases están diseñados para que el producto se conserve en buen estado en su interior el mayor tiempo posible.