El 1 de octubre es el Día Internacional del Café. Se lanzó por primera vez en Milán en el 2015 para promover el café del comercio equitativo y solidario y para sensibilizar la opinión pública sobre la situación de los cultivadores de café.

El primer día de octubre, como todos los otros días, hemos bebido seguramente nuestro café, el de la cafetera de casa, el del bar donde hemos conversado un poco, delante de la máquina del café del trabajo con los compañeros o en el restaurante después de comer.

Italia goza de una tradición consolidada respecto al café que hasta hace algún tiempo estaba fuertemente conectada con el consumo del expreso.

Naturalmente los tradicionalistas buscan el clásico café italiano también cuando viajan al extranjero, pero cada vez más, el café de especialidad va ganando terreno. 

Después de una primera ola, que corresponde a la primera difusión del café en Estados Unidos hace ya cien años y una segunda ola en los años 60 y 70 con un producto de calidad superior y generalizado, ahora nos encontramos en la tercera ola con el café de especialidad.

Erma Knutsen, que trabajaba en el mundo de la torrefacción del café, en 1974 acuñó por primera vez el concepto de café de especialidad. Se refería a aquellos cafés que provenían de áreas geográficas donde el microclima tenía un impacto significativo en las propiedades sensoriales del grano.

Como premisa partimos de la selección de una materia prima valiosa, gracias al clima y a la altura del terreno. Por otro lado los diferentes métodos de recolección y tostado del grano juegan un papel importante que la convierten en un producto verdaderamente sostenible. Influye muchísimo el método de extracción que se lleva a cabo de forma alternativa a como estamos acostumbrados.

Los granos se recogen a mano para garantizar la integridad del producto, por un lado, y garantizar el trabajo de las pequeñas empresas locales, por otro. De hecho, las relaciones entre comerciantes, torrefacciones y barman se estrechan creándose las “micro-torrefacciones”, pequeñísimas torrefacciones que ofrecen un producto artesanal para disfrutarlo lentamente, un poco como un vino añejo.

En Italia, el café de especialidad es sin duda un producto gourmet, en el pasado también subestimado por las grandes marcas y etiquetado como una tendencia pasajera, pero actualmente está en constante crecimiento con incluso una aplicación dedicada a los consumidores y baristas para que puedan navegar por los diferentes cafés y torrefacciones italianas. (referencia a Guida Caffè, Guía de cafés especiales italianos https://italianspecialtycoffeeguide.com/)

El mundo de los Cafés de especialidad, por lo tanto, está conformado por pequeñas empresas que garantizan con esfuerzo y atención una calidad superior artesanal, gracias a la cadena de suministro controlada y garantizada por el apoyo de las empresas productoras locales.

La conservación del Café de Especialidad es por tanto un aspecto fundamental para que un producto de excelencia, cuidado en todas sus facetas, llegue con las mismas propiedades y características con las que fue concebido a las tazas de los catadores.

Packstyle tiene una línea dedicada a la conservación del café, tanto en grano como en polvo, manteniendo inalteradas sus características aromáticas. La oferta de Packstyle es variada desde un punto de vista dimensional, con pequeñas bolsas que pueden contener desde los cien gramos, hasta el formato maxi que puede contener un kilo de producto. El café además puede ser visible gracias a la creación de una ventana transparente en la bolsa, fácilmente aplicable siguiendo nuestro tutorial. 

En cuanto a los materiales, también en este caso, los envases para el café están disponibles en diferentes versiones. Además de las soluciones clásicas, como film, aluminio o papel y aluminio juntos, Packstyle comparte con las empresas de los Cafés de Especialidad una atención especial por los materiales sostenibles, como el film reciclable de alta barrera, que brinda una excelente protección frente al oxígeno, dióxido de carbono y aromas y el papel reciclable, también con barrera EVOH que protege el producto frente a los agentes externos.

Además de ser resellables, con cremalleras diseñadas para abrir y cerrar fácilmente las bolsas y mantener la calidad del producto y ser aptas para el envasado al vacío y en atmósfera protegida, las bolsas Packstyle destinadas al envasado de café están disponibles con la válvula de desgasificación que evita que el gas generado por el café haga estallar el paquete. Al mismo tiempo, la válvula solo favorece la salida de gases, conservando inalterado el aroma y la frescura del café.

Sin embargo, las ventajas de recurrir a Packstyle para el packaging no se limitan a los aspectos técnicos de la conservación óptima del producto, pues sabemos bien que el envase, además de almacenar y proteger el producto, es el principal vehículo de comunicación hacia el usuario.

El Café de Especialidad, siendo todavía un producto de nicho, necesita explotar la función de información de su envase, indicando el origen del café, información relativa al territorio, las variedades botánicas, el método de procesamiento, las notas aromáticas. Solo con las micro-tiradas que ofrece Packstyle, es decir, pedidos mínimos de 50 piezas, las pequeñas torrefacciones de café pueden permitirse un envasado preciso y actualizado con toda la información que el consumidor necesita. De hecho, dado que el café de especialidad es el producto de terrenos especiales, cultivos buscados y pequeñas familias de agricultores locales, la información relacionada con él a menudo está evolucionando y solo gracias a las pequeñas cantidades que permite Packstyle es posible proponer un packaging óptimo desde un punto de vista de la protección, y preciso desde un punto de vista informativo, evitando desperdicios de impresión.

Además, gracias a tecnologías como los códigos QR, los sensores y la realidad aumentada (de la que hablamos en el blog en el siguiente enlace), el packaging se vuelve inteligente ya que activa la comunicación multifuncional.

Como hemos dicho, los Cafés de Especialidad cuentan con los pequeños productores locales, apoyando con ello las economías regionales y pagando equitativamente por los productos. Por su parte, Packstyle también ofrece un packaging producido íntegramente en Italia, siguiendo altos estándares de calidad con certificaciones ISO 9001, 14001 y 45001. Además Packstyle utiliza energía renovable suministrada por el Grupo Forgreen y cuenta con las certificaciones de Aticelca para el reciclaje del papel y FSC para acreditar el origen proveniente de bosques y plantaciones gestionadas que cumplen rigurosos estándares medioambientales y económicos.

Para un producto como el Café de Especialidad, la elección del envase en línea con su filosofía de sostenibilidad ya en sí transmite un mensaje importante que indica la consistencia de la marca a lo largo de todo su ciclo de vida, desde el productor hasta el consumidor final. Packstyle, con sus productos sostenibles y reciclables, con la capacidad de pedir pequeñas cantidades evitando desperdicios y con sus certificaciones ambientales es una empresa con un comportamiento ético que encaja bien en la cadena virtuosa iniciada por los divulgadores del fenómeno de los Cafés Especiales.

Así que solo tenemos que disfrutar de un café especial, no solo en sabor, sino sobre todo por las elecciones éticas que hay detrás de él. En Packstyle te los hemos mencionado en este artículo porque la concienciación es el primer paso hacia un mundo más verde y sostenible.